como podes darte una pausa, reconectar contigo mismo y comenzar una semana libre de estrés.
Necesitas relajarte ¡urgente! Sobre todo si hoy es el último día de tu fin de semana. Pues vamos a ver… ¿qué quieres hacer? Hay solución, todo va a depender de ti.
Haz una pausa, respira profundo, deja tu mente en blanco y luego piensa en cosas que hace tiempo debes o quieres hacer.
¿Que no tienes tiempo y hay otras cosas que resolver? ¿De verdad? ¿Son asuntos de vida o muerte? Quizá sea cierto y debes resolverlas antes de tomarte un ‘break’. Pues entonces organízate, pero debes establecer prioridades. Crear una lista te ayudará. Comienza con lo más importante y lo que se quedó, se quedó. Lo que no puedes dejar fuera definitivamente, es hacer algo por ti. Te lo mereces, y no atesorar esos ratitos va en detrimento de tu claridad mental, tu calidad de vida y tu salud.
Entonces, sin más preámbulo, primero lo primero…
1. Escucha tu cuerpo
“Se recomienda que uno esté al tanto de cuál es el punto del cuerpo donde se acumula el estrés. Enfócate en una memoria agradable y eso lo estimula a relajarse”, propone la psiquiatra Karen Martínez. Recomienda que hagas esta pausa terapéutica por lo menos una vez al día, y que dure entre 5 y 10 minutos.
2. Reconecta con tu espíritu
Mucha gente asiste a la iglesia de su predilección. Si es tu caso, procura vivir al máximo la visita. Pero esa no es la única manera. Puedes hacer yoga, taichí e incluso servir al prójimo para alimentar tu espíritu. ¿Qué te conecta a ti con tu esencia?
3. Lee un buen libro
Leer te permite viajar a lugares infinitos, te hace vivir otra vidas, soñar, reír, llorar, descansar de tu realidad, desconectarte por un rato. Claro está, escoge el tipo de lectura que aporte a tu sentido de relajación y bienestar. ¡Y disfrútala!
4. Piérdete en la Naturaleza
Hay personas que adoran el mar y otras reviven en el bosque. Ese es el caso de Carla Haeussler Badillo, dueña de Carla’s Sweet, y su hijo Carlos Alfredo; me lo contaron recientemente durante una entrevista. Elige tu pedazo de universo y ¡sal a disfrutarlo un rato!
5. Socializa
Hace poco, mientras reparaban mi auto, tenía esa sensación de que perdía mi tiempo en la espera, hasta que me crucé con otra “víctima” de la carretera que me hizo el día con sus cuentos. Conectar con nuestra propia humanidad a través del prójimo a veces es nuestra mejor cura.
6. ¡Ponte a cocinar!
No suele ser mi caso, pero reconozco que a veces funciona. Para algunas personas cocinar es terapéutico, estimulante y hasta excitante. Quizá unas frutas frescas para degustar mientras cocinas ayude, o un vinito y buena compañía. Considéralo…
Fuente: pordentro.pr