Acné: qué hacer (y qué no) cuando lo padeces

Si el acné llama a tu puerta, lo mejor que puedes hacer es ponerte en manos de profesionales y, sobre todo, mantener la calma.

Son muchos los problemas de piel que se pueden desarrollar en la juventud, ya que es una época de cambio y de desarrollo hacia la madurez. Una de las patologías más comunes es, sin duda, el acné. Los expertos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) aseguran que «el 78% de la población padecerá acné a lo largo de su vida, siendo la edad máxima de prevalencia de la enfermedad entre los 14 y 16 años».

Pero, aunque pensemos que es una enfermedad de la adolescencia, cada vez es más común sufrirla en la edad adulta. Por suerte, tener granos ya no es tabú. De hecho, muchas han sido las famosas que han visibilizado el problema en redes sociales y las que han luchado de manera activa para que el acné no se convierta en un foco de burlas por parte de los demás.

¿Pero por qué aparece? ¿Se puede evitar? ¿Podemos hacer algo para eliminarlo? Te contamos todo lo que tienes que saber.

¿Qué es el acné?

«El acné consiste en un proceso inflamatorio crónico del folículo pilosebáceo, lo que conocemos como ‘poro’ o folículo del pelo. Afecta a cerca del 80% de la población adolescente y al 8% de la población adulta entre los 25-35 años. Por diferentes motivos, como pueden ser el exceso de sebo, la oclusión física (mascarilla, cosméticos oclusivos) o el estrés, se acaba produciendo una oclusión del folículo que conduce a inflamación que es lo que conocemos como ‘grano’ o ‘espinilla’», nos explica el doctor Pedro Vilas Boas, dermatólogo del Instituto Médico Láser (IML).

¿Por qué se produce?

Por desgracia, no se sabe exactamente qué es lo que produce el acné. «Se postula que podría deberse a un desequilibrio de la flora microbiana (microbiota de la piel). Este desequilibrio de la piel con acné podría estar relacionado con otros factores como la dieta, cambios hormonales, así también como la predisposición genética», nos cuenta María José Tous, farmacéutica y fundadora de Laboratorios Kosei.

¿Se puede prevenir?

«Con determinadas rutinas diarias o cuidados de la piel podemos evitar gran parte de los acnés leves, pero otros tipos de acné más complejos necesitan una valoración dermatológica para su control. Como consejos básicos, debemos lavar las zonas seborreicas de la cara a diario, podemos exfoliar esas mismas zonas una o dos veces en semana y evitar las cremas hidratantes o cosméticos oclusivos», añade el experto.

¿Y para qué hay que exfoliar la piel? «Para eliminar las células muertas y evitar que obstruyan la entrada del canal pilosebáceo, dando lugar a comedones, pápulas, pústulas y, en casos más graves, nódulos y quistes», señala María José Tous.

¿Qué puedes hacer si te sale un grano?

¡Lo más importante es no tocarlo! «Esta manipulación de las lesiones en fase inflamatoria es la responsable de gran mayoría de marcas de acné. Para facilitar su rápida resolución, es de ayuda el uso de soluciones antisépticas o de antibiótico, cuando prescrito por el dermatólogo, y también los parches hidrocoloides que facilitan la resolución y cicatrización de las lesiones», señala el dermatólogo.

¿Y qué puedo hacer con las manchas y las marcas?

«Este tipo de mancha se denomina pigmentación postinflamatoria», nos explica la farmacéutica. «En estos casos se produce un aumento de la melanina provocado por el modo en que cicatriza la piel tras una lesión o una inflamación como puede ser el acné. Para tratar este tipo de manchas, se recomienda utilizar productos que generen una exfoliación de la piel, que ayuden a acelerar la renovación de la piel dañada y disminuyan la síntesis de la melanina, el pigmento que da la coloración oscura a la piel. Para las marcas, la recomendación es un producto que mejore la formación de nuevo colágeno que ayude a rellenar esa pequeña depresión que se produce en las marcas postacné», añade María José Tous.

«La gravedad de las manchas/marcas de acné depende fundamentalmente de la duración de la fase inflamatoria, por lo que es fundamental controlar las lesiones cuanto antes para así evitar su aparición. Una vez formadas, suelen requerir un manejo más complejo como el uso de láseres o ‘peelings’. Podemos usar productos tópicos con retinol, niacinamida o el ácido kójico para facilitar su corrección, pero generalmente son sustancias que requieren el ajuste de la pauta por parte de un dermatólogo», destaca el doctor Pedro Vilas Boas.

Fuente: cosmopolitan

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