El sindicato La Fraternidad anuncio que el paro de trenes de 24 horas de la próxima semana afectará a los servicios de pasajeros y de cargas de todo el país.
El Secretariado Nacional del Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad, que lidera Omar Maturano, decidió este lunes un paro de 24 horas en todo el país para el 29 de marzo próximo, que afectará los servicios de pasajeros y de cargas, «en defensa de la industria ferroviaria y los puestos de trabajo», informó el dirigente.
Maturano aseguró en un comunicado que el 29 de marzo próximo se paralizarán todos los trenes de pasajeros y cargas del país durante 24 horas «en defensa de la industria ferroviaria y el empleo, vulnerado por la decisión judicial de suspender los servicios entre Buenos Aires y Bahía Blanca», enfatizó en el documento.
El gremio también decidió el estado de «alerta y movilización» ante «los permanentes ataques que sufren los servicios ferroviarios», dijo el dirigente.
«La Fraternidad también irá a la huelga ese día en rechazo de las irregularidades producidas en la compra fantasma de pasajes en servicios ferroviarios, que agotan las disponibilidades y transfieren pasajeros al autotransporte», afirmó Maturano.
El gremio informó que la huelga también se fundamenta «en los ataques al ferrocarril durante el asfaltado de vías y la negativa de algunos intendentes a que los servicios se detengan en sus localidades, como ocurre en Chascomús».
«El malestar también se relaciona con las conductas de algunos gobiernos provinciales que, violentando la ley, se adueñan de territorios ferroviarios propiedad de la Nación y utilizan terrenos para variados fines y no para construir viviendas para el personal, que no tiene casa propia en un 60%», dijo Maturano.
El dirigente sindical aseveró que «el capital de las propiedades ferroviarias no operativas debería impulsar a nivel económico el desarrollo de la infraestructura de la industria ferroviaria, permanentemente saqueada», subrayó el gremialista.
«Algunas comunas de forma irregular asfaltaron vías en los pasos a nivel, lo que impide que los trenes paren en las estaciones de esas localidades. Existe una embestida contra la actividad. A ello se suma la compra fantasma de pasajes, lo que agota las comodidades para derivar pasajeros al autotransporte», denunció.
Maturano embistió contra la decisión de algunos jueces, que prohibieron «la circulación ferroviaria entre Buenos Aires y Bahía Blanca, lo que beneficia a empresas automotoras que reaparecieron en el mercado a partir de medidas tendenciosas que golpean al tren, en un contexto nacional en el que fallecen más de 5 mil personas en accidentes de tránsito carretero», enfatizó el sindicalista.
Para Maturano, «la clausura de servicios ferroviarios en ausencia de pericias técnicas previas afecta de forma económica a los sectores populares, que utilizan el ferrocarril por sus tarifas sociales», y aseguró que a fin de preservar la seguridad «la Justicia debería exigir a las empresas la reparación de la infraestructura y material tractivo y rodante, ajustando a derecho la responsabilidad patronal».