Equipo consolidado aún no hay, pero brindemos por lo que insinúa.
Qué hacer con la pelota, dónde jugarla, de qué modo ponerla en riesgo son variables del juego que el Boca en progreso de Sebastián Battaglia ya sabe cómo administrar. Hay que tener la pelota hacia adelante. Es la única manera de que no queme atrás y, también, una posibilidad de dominio, algo que a menudo se traduce en triunfo.
Van dos victorias sucesivas de este equipo que se somete a sí mismo a prueba, con entradas y salidas de jugadores y un funcionamiento todavía no afianzado. De algún modo, estamos viendo el laboratorio donde se cuece la nueva identidad, y algo está claro: se sale a imponer un espíritu, y desde el primer minuto se demuestra la sed.
Esta vez con un armado que aligeró el peso del ataque pero introdujo más fútbol en el medio, Boca se instaló en Vicente López con comodidad, apropiándose de la pelota con un índice muy alto de tenencia, siempre que fuese con una circulación veloz y segura.
Correr el punto de composición del juego de una banda a la otra sin desesperación pareció ser la orden impartida desde el vestuario. Hasta que llegó el esperado gol de Norberto Briasco y Platense insinuó carácter o remordimiento, lo que hizo retroceder a Boca durante un breve lapso. Fueron unos pocos minutos de concesión del territorio destinados a recuperar oxígeno después del empate de Bertolo.
El resto del partido fue una monografía cuyo título podría ser: “Boca tiene la pelota para atacar”. Los goles fueron cayendo maduros del árbol del juego, mientras se veía crecer la confianza sostenida en un desempeño fuera de serie de Marcos Rojo y la desinhibición de Ramírez y Molinas. Equipo consolidado aún no hay, pero brindemos por lo que insinúa.
Aaron Molinas: “Hay varios con buen pie”
El pibe que llegó a Boca a los diez años luego de pasar por River y Vélez es admirador de Riquelme desde siempre, como lo contó tiempo atrás en Olé, por más que aclaró que está muy lejos como para compararse con un ídolo tan grande. “Soy un jugador más de pausa, visión de juego. No de los gambeteadores, sino de los que piensan”, se definió en aquella misma entrevista.
Battaglia lo tuvo como pieza fundamental en Reserva y ya le hizo lugar en Primera, luego de que dejara atrás problemas en la rodilla que demoraron su aparición. “Varios chicos
tenemos conocimiento de lo que el técnico quiere, y hay varios con buen pie”, contó ayer el pibe tras la victoria. “A mí me dicen que haga lo que hacía en la Reserva. Yo me siento mejor de enganche, pero jugué en varias posiciones”.
Fuente: Olé