El papa Francisco recibió este sábado el alta de la bronquitis que lo tuvo tres noches internado en el hospital Gemelli de Roma y, antes de retomar su agenda de trabajo en el Vaticano planteó en un diálogo improvisado con periodistas: «Aún estoy vivo».
«Sentí solo un malestar, pero no tuve miedo»; agregó el Papa, de 86 años, al salir del hospital para regresar hacia su residencia habitual de Casa Santa Marta en el Vaticano, en donde la tarde de este sábado retomará su agenda habitual de trabajo.
Al dejar el Gemelli, el Papa bajó del auto saludando y abrazando a algunos fieles presentes en la puerta del hospital e incluso rezó con una pareja que lo esperaba. Desde el hospital, y antes de volver a su residencia, el Papa fue a la Basílica de Santa María la Mayor a rezar por los niños con cáncer y del sector de neurocirugía infantil a los que visitó durante su estadía en el hospital, además de por los enfermos en general y por quienes sufren por las enfermedades y la pérdida de seres queridos, explicó el Vaticano.
Francisco se mostró recuperado del cuadro por el que fue ingresado el miércoles a media tarde y por el que recibió tratamiento con antibióticos en la habitación papal del piso 10 del hospital en el que ya había estado tras la intervención al colon que sufrió en 2021.
El pontífice confirmó en el diálogo con la prensa que estará presente el domingo en la Plaza San Pedro para la celebración de la Misa de Ramos, que marca el inicio de la denominada Semana Santa, durante la que está previsto también el Via Crucis del viernes en el Coliseo romano.