El sueño del Potro Rodrigo que quedó trunco con su muerte, con Jorge Guinzburg y Palito Ortega como cómplices e impulsores

Además de un disco y una gira por todo el país, el músico cordobés tenía previsto para el año 2000 un proyecto laboral que mostraría otro aspecto suyo

“Ojalá pueda sacar el disco en septiembre para empezar la película”, decía con entusiasmo en su cumpleaños número 27 El Potro, un mes antes de morir. Un disco que se llamaría Planeta Rodrigo, una gira por todo el país -de Salta a Ushuaia- y hasta el mencionado filme fueron algunos de los proyectos que El Potro dejó truncos tras su prematura partida, el 24 de junio del 2000 en un accidente de tránsito. Él ocuparía el rol principal en el largometraje que reflejaría la historia de un joven cordobés, muy parecida a la de él.

El sueño del filme, que sería protagonizado por el cantante y contaría con la producción de Palito y Sebastián Ortega y Jorge Ginzburg quien también tendría a cargo el guion se fue aquella madrugada fatal, hace 22 años. Los ideólogos del proyecto sostuvieron que sin su esencia era mejor no hacerlo y decidieron guardarlo en un cajón. Tampoco quisieron modificarlo para convertirlo en la vida del cantante.

Andrea Stivel viuda del conductor de Mañanas Informales, recordó en diálogo con Teleshow que aunque la idea estaba firme y los tres estaban seguros de querer concretarla, al momento de la muerte de Rodrigo había muchas cuestiones inconclusas. “Fuimos a algunas reuniones y también vino Palito a casa, estaba la idea de un libro y Jorge había empezado un boceto, en paralelo lo invitamos a La Biblia y el Calafón y ahí fue el programa que grabó, después fue a comer y a hacer unos recitales y cuando estábamos durmiendo nos enteramos del accidente”.

“Fue todo muy cercano. Tengo mezcladas las fechas pero sé que lo de la película y lo del accidente fue todo muy carca en tiempo, pero la intención de hacerla estaba, Palito estaba involucrado, fue una idea de él y surgió en alguna comida entre ellos”, recordó y cree que en ese momento no se había llegado a esbozar el nombre de un posible director para la pieza que con ese dream team, tendría el éxito asegurado.

Sobre el creador de ciclos como La Noticia Rebelde y Peor es Nada, quien fuera su mujer dijo que estaba muy entusiasmado con este trabajo. “Jorge le tenía mucho cariño a Rodrigo. Recuerdo que hice un programa de humor con Mariana Briski, Chabonas y él hizo la cortina, cantó nombres de mujeres, hizo varias versiones y justo el otro día lol encontré”, recordó con cariño aquella generosidad que quienes lo conocieron, dicen que caracterizaba al intérprete de temas como “Lo mejor del amor”, “Soy Cordobés” o “Yerba Mala”.

Según dijeron en su momento los protagonistas, la idea había surgido de una charla informal entre Sebastián Ortega y su padre, quienes sumaron a Guinzburg y se lo contaron al músico que de inmediato aceptó el desafío y se preparaba ansioso para comenzar a filmar en septiembre del 2002. Las locaciones elegidas, no habría dudas, serían Buenos Aires y Córdoba.

En algunos medios el creador de Underground había dicho que argumento contaría la historia de un joven que llega de Córdoba para probar suerte con la música -cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia- y que en la jungla de cemento comienza a buscar a un hermano. Al ver cómo el cantante se veía triunfante en la sucesión de shows que hizo en el Luna Park, decidieron sumar un condimento: el protagonista además sería boxeador.

 

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