La pareja se conoció trabajando en un proyecto teatral. «Tuvimos una relación espantosa de movida», aseguró él sobre el amor que duró 45 años.
Susana Cart acompañó hasta sus últimos supiros a su marido y actor Arturo Bonín, que falleció hoy a los 78 años. Fueron 45 años de compartir la vida y el escenario. 45 años que comenzaron en el detrás de escena, ambos luchando para salvar una escena teatral en Buenos Aires que venía en decadencia. Y la fuerza del teatro derivó en la fuerza de la familia, el amor, un hijo, su nieto Alejo que ayudaron a criar desde sus primeros 15 días.
El teatro fue su apoyo aún en tiempos difíciles, cuando en plena cuarentena y haciendo las cenas virtuales con su nieto de 18 años, estrenaron en la TV Pública la serie «La persuasión», disponible ahora en la plataforma Contar. El encierro les vino bien. Contaron, en una entrevista con La Nación, que aprendieron a lavar, a llevar adelante tareas que antes delegaban en una empleada doméstica y a quererse mejor.
«Creo que antes de la pandemia nos permitíamos pelearnos más de lo que nos permitimos ahora. Los dos no somos buenos, somos malos, apasionados, nos peleamos fuerte. De todos modos, ahora somos mucho más tolerantes. Sabemos cuando algo le jode al otro. Tratamos de repararlo. Hacemos un esfuerzo grande, yo lo valoro muchísimo», decía Cart.
En otra nota con Diario Hoy, Bonín contó cómo fueron sus inicios de amistad con ella. «Tuvimos una relación espantosa de movida. Integrábamos dos grupos diferentes de trabajo que tenían miradas oblicuas, pero debimos asociarnos para rescatar un teatro que estaba en caída libre. Entonces, un día me convocó un director que planteó la idea de la fusión para lograr tener la sala propia. Un día fui para hablar con Susana Cart, que coordinaba las tareas a realizar», detalló.
Allí la calificó como «muy dura», y esos tres años de discusiones sirvieron como antesala del amor. «Con el correr de los años fuimos compinches, después se aclaró la cosa, nos casamos, y hace más de 40 años que estamos juntos. Siempre digo que me doy vuelta en la cama y la veo, me doy vuelta en la cocina y la veo, me doy vuelta en el escenario y la veo. Estoy muy feliz de compartir mi vida con ella. Nos gusta trabajar juntos, es muy placentero», destacó.
El trabajo y el amor nunca fue un problema, al punto que en 2001 recorrieron juntos todo el país con una obra que se llamaba «Hasta que la vida nos separe». «Nos fue muy bien y esa fue otra prueba para los dos», resumió Susana.
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