Cada vez más violenta, la noche salteña deja constantemente testimonios, postales y regaderos de denuncias por lamentables hechos que van desde actos de discriminación a agresiones armadas. Sea en la vía pública o dentro de los locales nocturnos, estos episodios parecen haberse naturalizado y multiplicado en cantidad como en gravedad.
Dentro de los casos más recientes que tomaron estado público, el último fin de semana los titulares apuntaron contra un bar de la zona de Tres Cerritos donde se le habría prohibido el ingreso a una persona por su forma de vestir.
El joven en cuestión, Diab Dib, aseguró que en una primera instancia se le quiso cobrar $700 en concepto de entrada, mientras que al resto de sus amigos y gente que llegaba no se les pedía ese importe para ingresar. Con intercesión de sus acompañantes, una amiga intentó que el joven pudiera ingresar, pero lo único que lograron fue recibir un portazo en la cara.
Dib relató ante diario El Tribuno: “La cuestión es que mi amiga habla con alguien del bar y me quiere hacer pasar a mí, y el que la hizo pasar me miró de arriba a abajo muy descaradamente y asquerosamente, me dijo que no y me cerró la puerta en la cara. Ahí me di cuenta lo que estaba pasando, era la ropa».
“Nadie se contactó conmigo para darme una explicación porque todos mis amigos pasaban gratis y yo no, o de por qué me miraron mal»
El joven viralizó el caso y expuso su reclamo ante las redes sociales. Cabe recordar que en enero de este mismo año, el mismo bar fue denunciado por el cineasta Alejandro Gallo por la misma clase de conflicto. Es así que debido a los antecedentes de Grizzly bar, Diab Dib accionará no solo en el INADI, sino también recurrirá a la Justicia por la violación del Código Contravencional.
En el mes de enero, tras el caso de Alejandro Gallo, se conocieron más episodios similares de discriminación en el mismo lugar, por lo que desde la Secretaría de Igualdad de Oportunidades, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de Salta, hicieron un llamado de atención sobre “el acto discriminatorio ocurrido y denunciado públicamente en el Bar Grizzly” y ofrecieron capacitación para el personal.
Por su parte, desde INADI Salta, Gustavo Farquharson, manifestó su preocupación porque se trata de la segunda denuncia que reciben en el año, contra el mismo bar. Sobre los pasos a seguir por posible reincidencia, señaló que el Inadi no tiene poder sancionatorio ni de policía. “La capacitación es lo máximo que podemos hacer, luego ya es ir a la justicia”, destacó.
Violencia y abandono de persona en Pecas
Otro lamentable hecho que podría haber sido una tragedia tuvo lugar el pasado viernes 12 de noviembre en el boliche Pecas cuando una mujer que fue a bailar con su pareja sufrió una herida profunda en uno de sus brazos tras una pelea entre dos bandas. Estuvo internada varios días y radicó una denuncia policial.
En su relato, la joven denunció que no fue asistida por el personal del boliche y que tampoco había presencia policial.
“Los dos patovicas que había solo miraron, cuando me acerqué a pedirle ayuda uno me dijo que me vaya, les grité que me llamen una ambulancia”
En tanto, la pareja de esta mujer también fue lastimada en la cabeza ya que, cuando la vio herida, preguntó quién la había lastimado y fue atacado entre varios agresores.
Estos episodios de violencia en la noche salteña no hacen más que sumarse a la larga lista de hechos delictivos, peleas callejeras, robos y disturbios que confirman un fuerte aumento de la conflictividad social, con menor nivel de tolerancia y mayor nivel de violencia.